Trump y la guerra comercial: ¿Riesgo para Apple?

Ya desde los tiempos de su campaña presidencial, el magnate estadounidense Donald Trump se refirió a la amenaza que representa el acelerado crecimiento económico de China para la economía y la preponderancia de los Estados Unidos. De acuerdo con los señalamientos de Trump, el gobierno chino ha desarrollado una agresiva política comercial que ha aprovechado los descuidos de las sucesivas administraciones norteamericanas, sacando partido de una política comercial y aduanera miope.

Trump acusó a los gobernantes chinos de hacer crecer la economía del gigante asiático a costa de la destrucción de empleos en Norteamérica, lo que supuestamente han llevado a cabo de forma bien planificada, aprovechando la ventajosa tasa de cambio entre el yuan chino y el dólar estadounidense. También refirió que el gobierno chino promueve el robo de tecnología y patentes pertenecientes a empresas estadounidenses, así como el dumping comercial, ofreciendo a las empresas mano de obra excesivamente barata, impuestos irrisorios y nulas leyes de protección al medio ambiente.

Recientemente, autoridades canadienses retuvieron a la millonaria china Meng Wanzhou, directora financiera de la reconocida transnacional Huawei, gigante de las telecomunicaciones. Los juzgados estadounidenses están buscando llevar a Meng a juicio, acusándola de violar las sanciones que Washington había impuesto sobre el régimen iraní. Huawei, en tanto, rechaza dichas acusaciones.

La respuesta de las autoridades chinas ante la detención de la ejecutiva no se hizo esperar. El régimen de Pekín ha detenido a una serie de ciudadanos canadienses, e incluso sentenció a muerte a Robert Lloyd Schellenberg, canadiense acusado de tráfico de drogas.

El gobierno canadiense ya inició el procedimiento para extraditar a Meng Wanzhou a los Estados Unidos, donde sería juzgada. Pekín catalogó el hecho como una grave violación a los derechos de la ciudadana china. El episodio es una muestra más de la tensa relación entre Washington y el régimen chino. Ambos países se han impuesto diversos aranceles sobre sus productos. Sin embargo, las conversaciones entre ambos gobiernos para poner fin a la guerra comercial ya ha tenido «importantes avances», de acuerdo con lo declarado por la Casa Blanca en un comunicado.

Con la guerra comercial, la economía china ha comenzado a mostrar síntomas de ralentización, lo que no deja de preocupar al país asiático. Tras el varapalo que se han llevado los intereses chinos con la detención de Meng, no es descabellado pensar que Pekín podría imponer aranceles importantes a la importación de ciertos productos tecnológicos estadounidenses. Apple, que es el equivalente norteamericano de Huawei, podría empezar a tener problemas para funcionar adecuadamente en el gigantesco y sustancioso mercado asiático. Esta situación podría comprometer la producción y venta de sus productos bandera, como la Macbook pro, incluso en versiones de reacondicionado, lo que preocupa a los representantes de la marca.

Las firmas tecnológicas chinas han sido acusadas por las autoridades norteamericanas de robar tecnología estadounidense, e incluso de servir de medio para espiar a sus ciudadanos y altos cargos. Sólo el tiempo dirá en qué va a parar esta cruda guerra comercial entre las dos potencias mundiales.