El conflicto por Gibraltar

España mantiene un diferendo territorial con Gran Bretaña respecto al Peñón de Gibraltar. En el marco de la Guerra de Sucesión Española (1709-1714), los británicos ocuparon Gibraltar, y mediante el tratado que puso fin a la guerra, España le reconoció a los ingleses la propiedad «de la ciudad y castillo de Gibraltar» a perpetuidad. Sin embargo, el mismo tratado estableció que la cesión no suponía «jurisdicción territorial alguna».

Los españoles, los británicos y los habitantes de Gibraltar mantienen posiciones encontradas respecto al tema. Los británicos hacen valer su posesión del territorio de acuerdo con lo previsto en el tratado firmado en 1714, pero los españoles reclaman que Gibraltar es una colonia, lo cual es apoyado por diversas resoluciones de la ONU que se adoptaron en la década de 1960. Gran Bretaña, en cambio, insiste en que Gibraltar es un territorio con autodeterminación.

El tratado establece que, en caso de que Gran Bretaña vaya a desprenderse del territorio, deberá ofrecérselo en primer lugar a España antes que a cualquier otro. Esto es esgrimido por los españoles como base para la restitución del territorio en caso de que los británicos planteen otorgarle alguna forma de independencia. La construcción en Gibraltar del aeropuerto y de terrenos ganados al mar ha contribuido a encender aún más el conflicto.